El baloncesto es un deporte que requiere un trabajo físico, técnico y táctico muy importante. La combinación de estas tres características favorece un trabajo del sistema nervioso central (SNC) a lo largo de todo el entrenamiento. Los ejercicios planteados por los profesionales van más allá de la mejora técnica y condición física.
La práctica del baloncesto es una de las modalidades deportivas que permite un trabajo de estimulación neurocognitiva sistemático y regular, incidiendo directamente en el cerebro, y permitiendo trabajar funciones cognitivas como la memoria, la atención sostenida y las funciones ejecutivas (Anticipación. Flexibilidad, etc.), mayoritariamente afectadas en este colectivo.
Las características de este deporte propician un elevado nivel de integración e interacción entre los jugadores, lo que permite incidir en la mejora de las interrelaciones entre los jugadores.
